lunes, 4 de junio de 2012

ya que vimos el proceso previo ahora solo resta ver
EL PROCESO DE VALORACIÓN:

Se debe valorar el usuario, su entorno, el sistema y las ayudas técnicas en base a las características de la persona.
Además hay que analizar los SAAC disponibles y si se elegirán una o varias ayudas técnicas.
Áreas y factores a tener en cuenta:    
Cada área evaluada tendrá peso distinto según el trastorno del lenguaje y la comunicación que presente la persona que el profesional estará evaluando:
a) Área perceptiva: visión y audición.
b) Área de desarrollo cognitivo y social.
c) Área específica de comunicación y lenguaje.   
d) Área motora y manipulativa.
Es bueno que el terapeuta del lenguaje consulte con otros profesionales (oftalmólogo, audiólogo, psicólogo, medico rehabilitador o fisioterapeuta), la información de los aspectos que pertenecen a cada campo.
Vamos a mencionar los factores que se tienen en cuenta en la “toma de decisiones:
Con relación a la persona que se evalúa: factores cognitivos, motores, comunicativos,  perceptivosde aprendizaje, sociales, ambientales y emocionales.
Con relación al uso del sistema:
La importancia de estos factores tiene que ver con las diferencias entre los usuarios que tienen problemas en la comunicación oral, por causas neuromotoras y por causas sensoriales.
En las personas con déficit motor, el uso del sistema estará influido por su habilidad motora y la forma en que manifiesten las respuestas “sí” y “no” con movimientos del cuerpo.
En el caso de que tengan déficit auditivo, el uso del sistema estará en relación con los elementos externos al usuario, como son el conocimiento y la actitud hacia el aprendizaje y uso de dicho sistema que tengan los posibles interlocutores.
Lo que se le pide al interlocutor de un usuario de un sistema con ayuda, es que atienda a la comunicación, que sea paciente con el tiempo de espera y que lea los contenidos señalados.

SI SOS PROFESIONAL, ¿SABÍAS QUE?...

En el proceso de valoración, para tomar decisiones con relación al uso de SCAA, podemos ver que hay varios momentos: “proceso previo” (acciones antes de empezar el proceso propiamente dicho) y “el proceso en sí mismo” (sigue una serie de pasos):

Proceso previo:
Sabemos que el profesional debe dedicar algunas sesiones para observar las conductas espontáneas de la persona y establecer una interacción lo más natural posible para posibilitar una cierta familiaridad entre el niño o el adulto y el/los evaluador/es, de forma que quienes evalúan no sean personajes totalmente extraños. Las primeras formas de contacto servirán para conocer algunas características de la persona, por ejemplo: sus movimientos, características perceptivas, sus intereses y actividades preferidas.
Es conveniente  emplear cuestionarios para reunir toda la información. Se deben tener en cuenta algunos aspectos al diseñar los cuestionarios: el ambiente de comunicación en el entorno, el nivel de comprensión del lenguaje, si presenta intención de comunicar, cómo intenta comunicarse, qué tipo de cosas intenta comunicar, con qué personas intenta comunicarse, cuál es la reacción del niño o adulto cuando no tiene éxito en sus intentos de comunicación, cuáles son las reacciones de los miembros del entorno.